¿Qué he aprendido en el año de 2016?
- Rafael Govela
- 14 ene 2019
- 2 Min. de lectura

A recibir y a depender, esto ha sido de suma trascendencia y muy duro para mí, porque siempre fui independiente. En casa de mis padres había un gobelino, que aún conserva Jesús, mi hermano, con esta leyenda: “Independencia o muerte”, y eso para mí fue una consigna de vida.
He sido independiente y, como tal, autosuficiente y estructurado, soy el que empuja y trata de controlar los resultados. He sido siempre el que da, quien decide, pero este año he sido el que recibe, el que acata decisiones de otros, sin dominio sobre los efectos, que dependen de muchas circunstancias fuera de mi alcance.
¿Qué he logrado?
Abrir la mente y cambiar.
Aceptar la realidad.
Liberar temas pasados y repasarlos desde la perspectiva del perdón.
Tener una actitud de ánimo y decisión para enfrentar lo desconocido.
No albergar miedo ni enojo ni reclamos.
Entregarme a las manos de Dios, sentir dentro de mí su presencia.
Vencer las expectativas, y enfrentar cada día sin ninguna.
Fortalecerme para vivir esta experiencia.
Aceptar, entender y agradecer “el recibir”.
Vivir el ahora.
Apreciar y valorar todas las bendiciones y cosas buenas que tengo.
Agradecer, agradecer, agradecer y seguir agradeciendo.
Verme y aceptarme en la debilidad.
Verme y aceptarme en la dependencia de los demás.
Reconocer que al entregarme, sin expectativas, todo fluye en armonía.
Poner en práctica la paciencia, la comprensión, la aceptación, la tolerancia.
Llegar al umbral de un nuevo camino que intuyo, y que me dice: “Cambia, transfórmate.”
¿Qué he recibido?
Mucho y de muchos: de la familia, de los médicos, de los amigos; y en lo profesional.
Mucha inspiración desde lo alto para reaccionar con intuición.
El amor, el cariño, el aprecio, el apoyo y la comprensión de mi mujer, de mis hijos, de la familia y de los amigos (algunos inesperados); y sentir que todos ellos me guardan en su corazón.
Sentir a Dios en mi interior, muy cerca, pues su amor me toca, me llena del valor de la fe y la esperanza.
El anhelo de avanzar, cambiar y superarme.
Ha sido un año tremendo, que me ha cimbrado en lo más profundo. Me ha planteado enormes enigmas y desafíos totalmente insospechados; y he sentido emociones desconocidas. Todo ello ha requerido de un gran esfuerzo plenamente interior. Fuerza y solidez de mente y espíritu, que se traduce en voluntad.
¿Cuál es mi anhelo?
Vivir confiado en plena entrega: una entrega activa, decidida, dinámica.
Vivir confiado en el retorno de la luz, en los ciclos de la vida y la naturaleza; en el regreso de la salud y la alegría.
Aprender interiormente la lección que trajeron los retos, y asumir lo nuevo con rectitud de carácter y una mirada positiva.
Vivir tiempos alegres y dolorosos, espléndidos y difíciles como son todos los acontecimientos humanos.
Seguir con el ánimo abierto a lo desconocido, sostenido por la pasión de hacerlo y una fe recta, una fuerza dinámica y una íntima confianza.
¿Cómo lo he logrado?
A lo largo de estas narraciones expongo, con toda honradez y sin filtros, mis vivencias. Son una especie de confesiones que exhiben mi interior.
31 de diciembre de 2016
Invitación:
Los invito a hacer su propia lista de lo que han podido y lo que todavía no logran, de sus anhelos, de lo que han recibido y aprecien con amor todas las bendiciones que los rodean.
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