El Dolor y el Sufrimiento: “una escoba que barre nuestro karma negativo”
- Rafael Govela
- 14 ene 2019
- 4 Min. de lectura

¿Cómo encontrarle ventaja a una enfermedad tan grave?
¿Cómo poder comprender el sentido de mi sufrimiento, en un plano creativo?
A lo largo de este camino del cáncer, me topé con un libro maravilloso: El libro tibetano de la vida y de la muerte, de Sogyal Rimpoche, a quien nuevamente le agradezco la devoción con la que se ha preparado toda su vida desde la infancia y con la que ha escrito esta obra en la que he encontrado muchas respuestas.
Es un libro en el que pone al alcance de los occidentales la profundidad del pensamiento y la filosofía budistas. Es un libro que todos, sanos y enfermos, deberíamos leer. Él me ha dado muchos elementos para entender y contestar mis propias preguntas.
Me concentraré en este libro (páginas 138, 139 y 392) para compartir esa idea que, en gran medida, alivia mi dolor y me ayuda a comprender el sentido del sufrimiento. Es una gran herramienta para seguir con gallardía esta ruta.
Dice: “No hay ninguna situación, por desesperada y terrible que parezca, como una enfermedad mortal, por ejemplo, que no se pueda utilizar para evolucionar. Y no hay ningún crimen ni crueldad que el arrepentimiento sincero y la auténtica práctica espiritual no puede modificar.”
“En el Tibet decimos que ‘la acción negativa tiene una buena cualidad, puede purificarse’. De modo que siempre hay una esperanza. Aun los asesinos y los criminales más empedernidos pueden cambiar y vencer el condicionamiento que los condujo a sus crímenes. Si la utilizamos hábilmente y con sabiduría, nuestra condición actual puede servirnos de inspiración para liberarnos de las cadenas del sufrimiento.”
El reto es fuerte, utilizar la enfermedad mortal para crecer interiormente. ¡Qué paradójico! Usar el dolor para liberarse de las cadenas del sufrimiento, pero yo encuentro que ese dolor físico me ha llevado a liberarme del sufrimiento emocional. Lucho por encontrarlo cada día con meditaciones y profundas reflexiones espirituales.
Hay que sostenerlo, no es algo que ya logré y esta resuelto. Requiere de un trabajo constante, de un esfuerzo de todos los días, por que le enfermedad avanza y, a veces, los pronósticos médicos son muy desalentadores y, entonces, las emociones se mueven y remueven, los pensamientos se intensifican. Constantemente me sacuden y cuestionan.
“Los tibetanos dicen que el sufrimiento es ‘una escoba que barre todo nuestro karma negativo’. Incluso podemos sentirnos agradecidos, porque un karma está llegando a su fin. Sabemos que la ‘buena suerte’, un fruto del buen karma, puede acabarse pronto si no la utilizamos bien, y que la ‘desgracia’, resultado del karma negativo, en realidad puede estar ofreciéndonos una magnífica oportunidad de evolucionar.”
Los vientos de realidad me hicieron voltear la mirada hacia mi interior y encontrar esa esencia divina en el que habitan la fortaleza, la esperanza y la fe. Comprender este mensaje tibetano, me hace darme cuenta de que, a través de este proceso donde he enfrentado al cáncer, he elevado mi conciencia, he cambiado.
He soltado mis emociones negativas y he repasado los eventos adversos y dañinos del pasado hasta entender que todos ellos, sobre todo los más álgidos, me permitieron cambiar por dentro. Reconozco que superar algunos representó grandes dificultades.
“Incluso es posible que llegues a sentirte misteriosamente agradecido hacia tu sufrimiento, porque te ofrece esta oportunidad de trabajar con él y transformarlo. Sin él, jamás habrías llegado a descubrir que, oculto en la naturaleza y las profundidades del sufrimiento, hay un tesoro de dicha. Los momentos en que padeces el sufrimiento pueden ser precisamente aquellos en los que estás más abierto, y allí donde eres vulnerable puede ser en realidad el lugar donde yace tu mayor fuerza.”
Ver esto como un sendero de purificación me conforta y le da un impulso a mi esperanza.
El cáncer no es un castigo ni un mandato divino. Para mí esta situación se relaciona con la vida. ¿Por qué me dio cáncer?, porque estoy vivo, porque son eventos que se derivan de nuestra forma de vivir y alimentarnos; pero también por nuestras emociones distorsionadas.
El cáncer es una alteración, que descontrola el crecimiento de mis células, generada por factores de riesgo como herencia de los padres, exposiciones al ambiente, químicos de los alimentos, tabaco, rayos ultravioletas, ira, odio, sentimientos negativos…
El mesotelioma maligno es un cáncer causado por la exposición al amianto (asbesto), así que el cáncer tiene que ver con la vida y no con Dios. No es un sufrimiento que debo aceptar con resignación. Al entenderlo descubro ahí la oportunidad para evolucionar.
Este sufrimiento es un reto que me invita a atravesar el umbral la obscuridad y los demonios que significan el miedo, las creencias culturales que no son mías, la culpa, los monstruos internos que me pueden devorar.
Descubrir qué le da valor a mi vida; para qué vivir y qué puedo hacer para aprovechar cada instante de vida. Darle sentido y trascendencia.
Cancún, Quintana Roo junio de 2018.
Les recomiendo leer:
El hombre en busca de sentido. Víctor Frankl.
¿Por qué los budistas no temen a la muerte? - Es una entrevista que fácilmente se encuentra en la red y, junto con ella, muchas otras. ¡Vale la pena leerlos! Están llenos de sentido y significado. No solo leer sino meditar, comprender.
Comments