La vulnerabilidad
- Rafael Govela
- 14 ene 2019
- 3 Min. de lectura

Esta narración está basada en las investigaciones y los estudios de la doctora Brene Brown sobre la vulnerabilidad, su significado y lo que hay detrás de ella.
A ella le cambió la manera de vivir. Me parece que incluirla en este cuaderno es muy valioso. Por lo tanto, las ideas y el reconocimiento son de y para ella.
Mi intención es difundir esta valiosísima investigación.
Después de muchos años de trabajo académico e investigaciones, Brene se dio cuenta de que la conexión es de lo que trata la vida y le da sentido: la conexión con los demás.
La vergüenza que todos tenemos es el temor a la desconexión, a que no nos aprecien, a que no nos amen, y lo que sustenta la vergüenza es la autominusvaloración: “No soy lo suficientemente bueno”, “no soy digno ni valioso de entrar en conexión”, “no soy merecedor de esa conexión”. Ese temor es el que nos separa.
Al revés, las personas que tienen su dignidad bien cimentada sienten un profundo amor y pertenencia. Creen que son dignas de pertenecer y ser amadas. Creen que se lo merecen. Son personas de todo corazón que viven un profundo sentido de dignidad.
Tras largos años de investigación, la doctora descubrió que esas personas tienen en común lo siguiente:
1.- Coraje, que no es valentía por un segundo. Coraje viene de cor, que quiere decir corazón. El coraje de ser imperfectos, lo que genera la compasión, primero con uno mismo y después con los demás. No hay compasión sin amabilidad.
Tienen conexión como resultado de su autenticidad.
2.- Plena aceptación de su vulnerabilidad. Lo que nos hace vulnerables, nos hace hermosos. La vulnerabilidad no es algo vergonzante o incómodo. Es algo necesario.
Decir “te amo” primero tiene un gran valor, porque se hace sin garantías. Es estar dispuesto a invertir en relaciones que podrán o no funcionar.
Esta investigación sobre la vulnerabilidad llevó a Brene Brown a una crisis, porque la vulnerabilidad y sus efectos no son medibles ni predecibles, y ello va en contra de los principios fundamentales de una investigación científica, académica.
Esta crisis la llevó a un despertar espiritual.
La vulnerabilidad es una lucha por nuestra dignidad. La vulnerabilidad es el núcleo de la vergüenza y el miedo, pero también puede ser un punto de partida para encontrar la dicha, la creatividad, la pertenencia y el amor.
Vulnerabilidad y ternura son importantes, pero te tienes que rendir ante ellas.
Vivimos en un mundo vulnerable y, entonces, por miedo, adormecemos la vulnerabilidad, pero no podemos adormecer las emociones selectivamente.
No podemos negar el sufrimiento y las emociones negativas sin adormecer también las otras emociones y, al hacerlo, adormecemos también la alegría, la felicidad, la gratitud…; y nos volvemos miserables, dejamos de buscar los propósitos y significados de los eventos de nuestra vida y luego nos sentimos más vulnerables.
Para evadir esa negación, caemos en adicciones y, al hacerlo, entramos en un círculo peligroso.
¿Cuáles son algunos de los efectos de este círculo peligroso?
Hacemos de lo incierto algo cierto. Nuestra rigidez e insensibilidad nos llevan a pensar que sólo nosotros tenemos la razón, los demás no y deben callarse.
Cuánto más miedo tenemos somos más vulnerables y, entonces, tenemos más miedo. En vez establecer diálogo y conversación con el otro, lo culpamos.
Culpar al otro es una forma de descargar dolor e inconformidad.
Nos perfeccionamos y, peor aún, perfeccionamos a los hijos. Los hijos nacen perfectos, tienen todo para luchar. Nuestra misión es hacerlos sentir dignos y merecedores de amor y pertenencia.
Fingimos que lo que hacemos no tiene efecto en los demás. Es preferible decir: “Lo siento, lo voy a arreglar.”
La solución es:
1.- Permitir que nos vean como somos en profundidad, con nuestra vulnerabilidad, y amar con todo el corazón, aunque no haya garantías.
Para poder entrar en conexión, tenemos que dejarnos ver de verdad como somos, con nuestras limitaciones y nuestros defectos
2.- Practicar la gratitud y la dicha. En momentos de terror, en los que nos preguntamos: “¿Puedo amar tanto?, ¿puedo ser ferviente en esto?”, ser capaces de parar y, en vez de pensar que va a suceder una catástrofe, decir: “Estoy muy agradecido, porque sentirme tan vulnerable implica que estoy vivo.”
Y lo más importante:
3.- Creer que somos capaces: “Yo soy suficiente”, pues cuando trabajamos desde el “yo soy capaz” dejamos de gritar y empezamos a escuchar.
Somos más considerados y amables con nosotros mismos y con los demás.
Recomendación:
La conferencia completa se puede ver en la red. Buscar en TED. Brene Brown. El poder de la vulnerabilidad. Se las recomiendo.
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