Hola! Soy Rafael Govela
- Rafael Govela
- 14 ene 2019
- 4 Min. de lectura

Hola, soy Rafael Govela, y me propongo compartir con ustedes mis experiencias con el cáncer a través de estas narraciones.
Deseo animarlos a cruzar estos caminos con un espíritu renovado y encontrar en el viaje algún sentido. Animarlos a descubrir las herramientas personales, emocionales, psíquicas y, más importante, espirituales que les permitan descifrar este desafío y encontrar las respuestas y el significado de lo que nos pasa. Despejar las incógnitas que todos nos planteamos: ¿Por qué a mí?, ¿soy culpable? y mejor preguntarnos ¿para qué?
Ha sido un largo proceso de casi tres años, que me ha cimbrado en lo más profundo. ¿Duro? Sí, sin duda, durísimo, pero decidí enfrentarlo con entereza, con entusiasmo y mi con mejor ánimo, alejado de la depresión y el abatimiento. Nada de dramas. No soy una víctima.
Esta tremenda adversidad constituyó, y lo sigue siendo, un reto desafiante que compromete todo mi ser. Ante ello, desde el inicio, me pareció indispensable tomar decisiones para no quedarme al garete sin rumbo ni sentido. He descubierto, a lo largo de esta experiencia, que toda desventura, por penosa que parezca, tiene un sentido y es necesario encontrarlo. Es un trabajo personal que requiere de gran voluntad.
Les quiero confesar que, a lo largo de este sendero, he descubierto que Dios vive en mi interior, y con El he encontrado la fuerza, la bondad y la alegría de mi espíritu. Por eso he decidido compartir con ustedes esto que he aprendido en mi camino.
Dios o Buda o la Esencia Universal o la Energía Cósmica o el nombre que le quieras dar a la naturaleza divina de la que todos formamos parte y a la que estamos integrados.
Al enfrentar el cáncer, he dialogado con mi interior y ha crecido en mi la fortaleza espiritual. Tras revisitar mi vida, le he dado un nuevo significado y convertí esa enfermedad en algo positivo que me ha hecho valorar mi entorno vital, mi posición de esposo, padre y abuelo; pero también como abogado, y el sentido de servir a los demás, y reconocer los instrumentos para transitar a través de la enfermedad.
Quiero compartir estas narraciones y reflexiones principalmente con las personas que enfrentan problemas de salud, dolor y sufrimiento, físico o emocional, con el propósito de que mi experiencia pueda llevarles un rayo de esperanza, un poco de luz, porque sé que en estos rumbos se transita por momentos muy oscuros, donde el temor y la desesperanza acechan.
He vivido, pasado y sigo pasando por circunstancias muy difíciles de dudas y abatimientos, de grandes malestares, pero, igualmente, he tenido momentos sublimes, y un gran crecimiento íntimo.
En estas narraciones les presento situaciones reales que me han ocasionado las quimioterapias, los diversos tratamientos y los diagnósticos médicos, a veces fatalistas, y también mis momentos sublimes, fantasías, vuelos de la imaginación, sueños o deseos ocultos que han constituido una gran ayuda para enfrentar la realidad, para mi, momentos de profunda emoción. Queda a cada quién distinguir esta mezcla y con esa libertad comparto estas vivencias.
Estoy en una lucha formidable en la realidad cotidiana, con optimismo y fortaleza contra el cáncer. También una lucha llena de temores e incertidumbre, de inquietud y desazón, de dolor y sufrimiento que me pone en jaque y atormenta mi condición física.
No todo está hecho, ni alcanzado, ni terminado. Es un proceso de cada día, porque cada día trae situaciones diferentes, imposibles de prever. Así que es una misión que habré de sostener hasta el fin de la senda. Es una nueva forma de vivir. Vivir el hoy, el presente, pero vivir con Él en mí y, así, seguir avanzando sin importar adónde me lleve la travesía, con fe y esperanza, sin preguntar al mañana.
Con todo ello, he tomado consciencia de que soy un andariego y de que la vida no es sólo llegar a metas, cumplir propósitos o alcanzar objetivos, si no esencialmente aprender de las enseñanzas que traen los obstáculos y adversidades que aparecen en nuestro camino. Con los retos crecer, ser mejores. Lo único permanente en esta vida es el cambio, todo se mueve, se transforma y todos los eventos tienen significados y lecciones que nos llevan a evolucionar.
Por todo ello, los invito a que cada uno encuentre su propio guía interior y descubra que ¡también es un andariego! Que somos muchos en este camino, no estamos solos.
Es, sin duda, un trabajo personal; nadie puede hacerlo por nosotros, pero podemos ayudarnos a encontrar nuestra reubicación y equilibrio, en medio de este nuevo panorama, podemos compartir las experiencias y formas que cada uno hemos encontrado para enfrentar y vivir la adversidad.
Los invito a descubrir nuestro vínculo con lo sagrado, a descubrir la propia fuerza interior que todos tenemos, con confianza, atrevimiento, arrojo, decisión y voluntad de enfrentar el desafío. Todos podemos ser guerreros.
Deseo que estas vivencias se conviertan en una herramienta útil y que todos comprendamos que participamos y formamos una comunidad.
Finalmente, de antemano quiero puntualizar que estas narraciones son solo un testimonio de mi experiencia, confesiones que presento con la intención de compartir. No pretendo, por eso, filosofar, mostrar caminos espirituales ni morales. Esta es una interpretación muy personal de mi vida, de lo que en al recorrer el camino he aprendido. Lo que yo entiendo.
Aunque he tratado de dar a estas narraciones una secuencia, los textos no son una narrativa continua y pueden abordarse por cualquier parte.
Las puertas están abiertas a cualquier señalamiento, corrección o comentario que deseen hacerme. Todos aprendemos de todos. Como les comento: estoy en este proceso de aprendizaje y crecimiento personal con el profundo deseo de alcanzar mi propósito.
¡Atrévete!
Querido Rafa- Tu sonrisa y estos mensajes trascienden la vida y la muerte. Siempre estarán con nosotros. Como tú. Gracias Rafa.
Hola yo también túve cancer me encanto lo que escribiste lo comparto convencida de lo fuerte que fue para mi la vida en ese tiempo y el enriquecimiento que surgió de la aceptación de la enfermedad, que me despertó a la vida me gustaría saber si tienes otras cosas que pudamos compartir con personas recientemente diagnosticadas de las cuales tengo noticia gracias dios te bendiga
Rafa, que palabras tan hermosas, que visión tan padre; de verdad solo reitera el gran ser humano que ya sabia que eras; la lucha no ha sido facil y tu haz sido un implacable Guerrero te agradezco tanto que lo seas y agradesco más que Dios te puso en mi camino.
Mi querido Sr. Govela!! Que grato es leerlo! Lo recuerdo con cariño... Soy su fan! Usted es un ejemplo de valentía! Gracias por compartirnos parte de usted!! ❤️ Dios me lo cuide siempre
Gracias por permitirnos acompañar al Andaríego, que nos invita a descubrir otras miradas y senderos para reconocer la importancia de acompañarnos en el camino de la vida.